- La Dra. Cynthia Villarreal Garza comparte información relevante sobre los nuevos avances en el tratamiento de cáncer de mama metastásico
En entrevista exclusiva con Oncología.mx, la Dra. Cynthia Villarreal Garza habló sobre los avances más relevantes en el tratamiento del cáncer de mama y sobre los resultados de los estudios MONALEESA.
En México, de acuerdo con datos del Observatorio Global del Cáncer (Globocan) de la Organización de la Salud (OMS), en una población de casi 129 millones de personas se presentan anualmente más de 195 mil casos nuevos de cáncer y más de 90 mil decesos por cáncer. El cáncer de mama es el tipo de cáncer con mayor prevalencia con 29 mil nuevos casos anuales.
Objetivos en el tratamiento de cáncer de mama metastásico
“Es un tema muy esperanzador. Tengo más de una década practicando la oncología médica y cada año hay más avances; en los últimos 5 años en particular ha habido grandes cambios en el tratamiento del cáncer de mama, en especial en el cáncer de mama metastásico. Tenemos más oportunidad de que nuestras pacientes tengan supervivencias más largas y que, en un día no tan lejano, incluso habrá pacientes que vamos a poder curar”, comentó la especialista al preguntarle su opinión profesional respecto a los nuevos avances en el tratamiento para el cáncer de mama.
Agregó que, como oncólogos su objetivo principal es curar al paciente. Sin embargo, en el caso particular de pacientes con cáncer de mama metastásico hasta el momento no es posible, ya que se considera un cáncer no curable, pero sí tratable, con la oportunidad de prolongar la supervivencia con una calidad de vida adecuada.
En torno al tema, la Dra. Villarreal Garza mencionó que ha intercambiado puntos de vista clínicos con otros expertos internacionales y coinciden en “que ahora pueden llegarse a ver pacientes con cáncer metastásico con largas supervivencias, que después de 10 años de ser diagnosticadas con cáncer metastásico siguen viviendo. Lo prioritario en las pacientes con cáncer metastásico es prolongar la supervivencia”.
“El segundo objetivo -que es igual de importante-, es la calidad de vida de las pacientes porque no buscamos que una paciente prolongue su supervivencia a costa de una mala calidad de vida. Queremos que esa supervivencia se prolongue con la mejor calidad de vida posible y eso es lo que se está logrando con varios fármacos disponibles. En la actualidad tenemos pacientes con cáncer metastásico que están trabajando, nadie pensaría que tienen una enfermedad incurable y que están en un tratamiento para cáncer avanzado”.
La oncóloga además resaltó que los tratamientos no son inocuos, de modo que es importante balancear los beneficios del tratamiento: que las pacientes vivan más, pero con la mejor tolerancia al tratamiento, que se mantengan o incluso mejoren su calidad de vida. “Es un reto, porque no todos los tratamientos logran otorgar estos dos objetivos”.
Supervivencia y calidad de vida
El tema de la calidad de vida ha tomado especial relevancia en los últimos años. “Ahora incluso tenemos puntuaciones o scores, donde se toman en cuenta distintos parámetros para saber si vale o no la pena cubrir un medicamento por los sectores de salud. El ESMO – Magnitude of clinical benefit scale (ESMO-MCBS) y la ASCO Value Framework asignan una puntuación a los medicamentos dependiendo de su efectividad. Si un medicamento logra mejorar o prolongar la supervivencia global y, además, mejorar la calidad de vida, ese es el puntaje máximo y ese medicamento se prioriza sobre cualquier otro con la finalidad de que se autorice y se tenga acceso.
“Esto es importante y ayuda mucho, porque el tratamiento oncológico es costoso y tenemos que saber a qué medicamentos les vamos a dar prioridad, más ahora que afortunadamente tenemos fármacos nuevos diversos. Sin embargo, no todos logran esas dos cualidades: mejorar la supervivencia global y mejorar o al menos mantener la calidad de vida, que son dos características deseables en el tratamiento del cáncer de mama metastásico”.
Personalización del tratamiento
Uno de los avances que se tienen en el cáncer, particularmente en el cáncer de mama, es la personalización del tratamiento; “no todos los cánceres de mama son iguales, dependiendo del tipo de cáncer de mama es el tratamiento que se establece. El más frecuente de ellos es el hormonosensible o sensible a hormonas, HER2 negativo.”
La especialista señaló que, dada su prevalencia, el tratamiento del cáncer de mama metastásico hormonosensible HER2 negativo ha tenido avances muy importantes en los últimos años. “Desde hace ya varios años se incorporaron los inhibidores de ciclinas que se utilizan en combinación con el tratamiento anti-hormonal: hay tres medicamentos de ese tipo en el mercado que son palbociclib, ribociclib y abemaciclib. Para todos ellos hay estudios que avalan su uso.”
Parte de estos avances fueron presentados en el Congreso Anual de Cáncer de Mama 2022 de la ESMO; donde destacan como parte de la actualización del estudio clínico fase III MONALEESA-3 un aumento en la supervivencia global de pacientes con cáncer de mama avanzado en tratamiento con el inhibidor de ciclinas ribociclib combinado con una terapia anti-hormonal en primera línea.
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Estudios clínicos MONALEESA
Hasta la fecha se han presentado los resultados de tres estudios en fase III con ribociclib; MONALEESA-2, MONALEESA-7 y MONALEESA-3, respectivamente; los cuales han marcado un beneficio consistente de supervivencia global en el tratamiento de cáncer de mama metastásico hormonosensible, HER2 negativo.
La Dra. Villarreal Garza abundó al respecto: “El primero de ellos fue el MONALEESA-2, un estudio fase III donde se incluyeron solamente mujeres posmenopáusicas con cáncer hormonosensible, HER2 negativo. Ninguna había recibido tratamiento para el contexto de enfermedad avanzada. Las pacientes se aleatorizaron 1:1, para recibir ribociclib y letrozol vs letrozol y placebo. El objetivo primario fue la supervivencia libre de progresión y los objetivos secundario fueron la supervivencia global y la calidad de vida, entre otros”.
Por otro lado, “el estudio MONALEESA-7 es muy similar, pero en lugar de incluir pacientes posmenopáusicas como en MONALEESA-2, se incorporaron pacientes pre y peri menopáusicas que no habían recibido terapia anti-hormonal previa y habían podido recibir hasta una línea de quimioterapia. En este estudio, las pacientes también se aleatorizaron 1:1 para recibir ribociclib con tratamiento anti-hormonal más análogo de GnRH vs placebo con tratamiento anti-hormonal, ya que debemos recordar que en una paciente pre o peri menopáusica tenemos que bloquear el eje hormonal con análogos de GnRH o realizando una ooforectomía bilateral. Los objetivos fueron los mismos: supervivencia sin progresión, supervivencia global, entre otros”.
Finalmente, en “el estudio MONALEESA-3 se incluyeron pacientes posmenopáusicas que habían podidorecibir una línea de tratamiento para enfermedad avanzada con terapia anti-hormonal.Se aleatorizaron 2:1 para recibir ribociclib y fulvestrant vs placebo y fulvestrant. En este grupo había mujeres que habían recibido un tratamiento previo, pero también pacientes en primera línea de tratamiento”.
En cuanto a similitud entre estudios y resultados, la Dra. Villarreal Garza explicó que “son tres estudios que incluyen pacientes variadas: dos de ellos posmenopáusicas y uno premenopáusicas, combinándose con diferentes agentes de tratamiento anti-hormonal: en el MONALEESA-3 es con fulvestrant y en los otros dos con inhibidores de aromatasa. Los tres obtuvieron de forma consistente una mejoría estadísticamente significativa en la supervivencia global, lo cual hasta este momento no se ha identificado con otros inhibidores de ciclinas. En el estudio MONALEESA-2 se alcanza una supervivencia global de 64 meses; en el MONALEESA-7 de 58 meses y en el MONALEESA-3 de 67.6 meses”. Es decir, “estas pacientes viven más de cinco años y estas supervivencias no se han visto en otro subtipo de cáncer o cáncer en general. Por consiguiente, se considera que el tratamiento de elección para las pacientes con este tipo de cáncer debe incorporar inhibidores de ciclinas con el tratamiento anti-hormonal, independientemente de la línea de tratamiento, si es primera o segunda, y de si la paciente es pre o post menopaúsica”.
Además, “en los tres estudios se evaluó la calidad de vida. MONALEESA-7, donde se incluyeron pacientes jóvenes, es el único estudio en este contexto que demuestra que el tratamiento incluso mejora la calidad de vida y que logra el puntaje más alto en el score de ESMO, en el que las pacientes logran un score de 5, lo cual no se ha logrado con otros medicamentos. Los otros dos estudios lograron un score de 4, el cual es excelente y significa que se mantiene la calidad de vida”.
Cabe señalar que México formó parte del estudio MONALEESA-7, siendo el Dr. Saúl Campos “uno de los reclutadores e investigadores principales, por lo que nuestro país ha sido partícipe en estas indicaciones”.
Lo que más resalta la Dra. Villarreal Garza es la consistencia de los resultados “estos tres estudios demostraron una ventaja en supervivencia global que alcanza una mediana de 5 años -lo cual debe darse a conocer-, mejorando o manteniendo la calidad de vida. Por ello, estamos cumpliendo dos de los objetivos que necesitamos para pacientes con cáncer de mama metastásico y no hay nada que supere eso”.
Beneficios para las pacientes
En este sentido, indica que “lo que logran los inhibidores de ciclinas es retrasar el tiempo en el que la paciente requiere quimioterapia. Eso se traduce en una mejor calidad de vida, porque significa que las pacientes tienen tratamientos orales o una inyección al mes, que no van a las salas de quimioterapia y que no tienen los efectos secundarios relacionados como la pérdida del cabello. Esto a su vez, fomenta una mejoría de la calidad de vida o al menos un mantenimiento de la misma para las personas que reciben estos tratamientos”.
La especialista recordó que “las pacientes que reciben estos tratamientos con inhibidores de ciclinas más tratamiento anti-hormonal logran respuestas muy altas, donde el control de la enfermedad es muy rápido en comparación con la quimioterapia, en donde cerca del 60% de las pacientes tienen respuestas globales”. Son pacientes que tienen una excelente calidad de vida y la mayoría de ellas siguen haciendo sus actividades cotidianas”.
“Por ejemplo, actualmente atiendo a una paciente que está en Europa festejando los XV años de su hija sin síntomas, a pesar de que tiene un cáncer de mama metastásico. Además, hay que considerar que son fármacos orales con efectos secundarios generalmente muy manejables. Si juntas todos estos beneficios, el tratamiento adecuado resulta conveniente para el paciente y para el oncólogo”.
Para finalizar la entrevista, la Dra. Villarreal Garza dijo que “lo que sigue es continuar personalizando las terapias para las pacientes. En la actualidad hay cada vez más investigación acerca de cómo se tiene que tratar de forma personalizada a un paciente particular. Ahora también se buscan conocer los mecanismos de resistencia para saber cuál es el siguiente tratamiento apropiado. La medicina va encaminada a que el tratamiento sea cada vez más individualizado; buscando mutaciones específicas a fin de seleccionar medicamentos que para cada paciente en particular sean más funcionales y con eso mantener o mejorar la calidad de vida y prolongar la expectativa de vida”.
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