Oncologia.mx.- El Dr. Homero Fuentes de la Peña es Oncólogo Médico egresado del Centro Médico Nacional (CMN) 20 de Noviembre del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE). Es Maestro en Metodología de la Investigación Clínica por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
En entrevista exclusiva con Oncologia.mx, el Dr. Homero Fuentes de la Peña habló sobre su trayectoria en el campo de la oncología, en el marco de su reconocimiento en la reunión anual Best of ASCO CDMX 2022. Esta reunión anual es organizada por Medical Pharma Research Latam. La edición 2022 se llevó a cabo los días 20, 21 y 22 de julio.
Sus inicios en la oncología
El Dr. Fuentes comentó que su interés en la medicina inició desde niño, ya que le llamaban la atención la Biología y las Ciencias Naturales. Además, asistía a las perritas y gatitas en sus partos. Con el tiempo también se apasionó por las artes, pero dejó la música como una alternativa para desarrollar su carrera como médico.
Sobre sus estudios recalcó: “Rotación por la que pasaba, rotación que me encantaba. Pero no del todo. Hasta que tuve mi primer acercamiento con la oncología en un momento en el que no había la materia entre grado, incluso ahora no existe en todas las universidades. Este contacto se da en un curso que tomé en 1989 en el Hospital General, al terminar medicina y antes de realizar el examen de residencias. Me encontré con una especialidad increíble a la que no le encontré peros. Me gustó lo heterogéneo que era, lo variado de las situaciones que se presentaban y el poder integrar medicina a mujeres, hombres y ancianos. Después tomé un curso de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Iztacala, UNAM, con la Dra. Guadalupe Cervantes. Ahí terminé de enamorarme de la oncología”.
Al terminar sus estudios, decidió seguir su camino en el CMN 20 de Noviembre, porque conocía a varios doctores que laboraban en el hospital, como el Dr. Ramiro de Jesús Sandoval y la Dra. Guadalupe. Al respecto comentó que en aquellos tiempos hacían un año de inicio en Medicina Interna, donde conoció a la Dra. Laura Torrecillas. Esta era su compañera de generación, junto con el Dr. Enrique Ávila y el Dr. Guillermo Aguirre, con los que ha hecho amistad a lo largo de los años.
“Cuando roté por Oncología, siendo compañero de la Dra. Torrecillas, empezamos a ver la Clínica de Mama y Próstata en el último año de residencia y por herencia de la Dra. Celia Soto Collins y del Dr. Eugenio Gómez (residentes superiores inmediatos a nosotros en cuanto a antigüedad). La Dra. Torrecillas se sentía más cómoda en mama, entonces me quedé a cargo de la Clínica de Próstata en una época donde hubo una transición terapéutica porque iniciaban los primeros antiandrogénicos y los pacientes empezaban a tener respuestas terapéuticas muy interesantes”, comentó.
De hecho, su tesis fue en cáncer de testículo, aunque se metió mucho en mama porque es lo más frecuente. Luego incursionó en Cáncer de Pulmón, incluso la mitad de sus publicaciones han sido sobre este tema. También mencionó: “Lo que he trabajado en los últimos 20 años de mi vida, son los aspectos de calidad de vida en el paciente oncológico. Desarrollé una iniciativa para proponer una escala de validación de calidad de vida en pacientes con cáncer en México, que se diferencia de otras escalas de Europa por nuestra idiosincrasia, y porque no tomaban en cuenta aspectos psicoemocionales, sociales, económicos, sexuales, situación laboral, impacto familiar, etcétera”.
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Tijuana, su nuevo hogar…
Una vez finalizados sus estudios de especialización, narró que se quedó como Adscrito en el CMN 20 de Noviembre. Pero en 1990 nació su segundo hijo, el cual desarrolló un problema de intolerancia a la calidad del aire que se respiraba en la Ciudad de México. Esto se debió al nivel de contaminación y puntos del Índice Metropolitano de la calidad del Aire (IMECA). Por ello, emigrar fue una buena idea, además, se requerían oncólogos en diferentes partes de la República Mexicana. Una opción fue León, Guanajuato, pero no le llamó tanto la atención porque ya lo conocía; fue entonces que se decidió por Tijuana.
Recordó: “Cuando llegué, tuve la suerte que se estaba formando el Servicio de Oncología en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). Entonces, entro al IMSS como médico 08, y a las seis semanas me dan la plaza ahí. Así, en mayo de 1991, empiezo a desarrollar mi carrera como Oncólogo en la ciudad”.
Años después, el Dr. Homero retomó su plaza en el ISSSTE en el Hospital Fray Junípero Serra en Tijuana, Baja California. Institución de la que se jubiló en 2016.
ProOncavi A.C. una asociación en pro de la salud integral
El 7 de febrero de 2011 el Dr. Fuentes de la Peña fundó ProOncavi A.C. La asociación se dedica a reducir el número de muertes por cáncer, lograr el diagnóstico oportuno, prevención y otorgamiento de servicios; así como terapias complementarias como Clown, Terapia de Arte, Músico-Terapia Teatro Terapéutico; aspectos de psicología como área Gestalt, cognitivo conductual, tanatología, nutrición psicooncología y aspectos de apoyo jurídico”.
“Siempre he tenido una vena muy social que viene de mi madre, que me enseñó que aquella persona que no vive para servir no sirve para vivir”, comentó sobre su papel de fundador de la asociación. En consecuencia, tras años de trabajo en el IMSS e ISSSTE el Dr. Fuentes descubrió: “Independientemente del tipo de enfermedad, los pacientes reaccionaban peor al tratamiento si algo no estaba bien, así que tratar de armonizar a los humanos podría funcionar. Hice un cuestionario y pregunté a religiosos, nutriólogos, psicólogos y abogados para sacar una serie de más de 300 reactivos hasta que llevé este ejercicio a un cuestionario de 20 preguntas con una escala de respuesta”.
Fue por este análisis que lo incitó a constituir una asociación civil que viera al cáncer como una enfermedad multi e interdisciplinaria. A su vez, formó un grupo de personas capaces de brindar atención gratuita con base en una estructura. Gracias a la colaboración de su esposa Edith Pérez Velázquez, experta en asociaciones civiles, comentó que ahora son la asociación líder en el noroeste de México.
“Cuando analizo los resultados, después de 5 mil 226 entrevistas y un período de 16 años de trabajo, empiezo a sacar las variables bioestadísticas para saber qué tanto era casualidad. Me encuentro que 6 de los elementos tienen diferencias significativas: dicen que a los pacientes les va mejor cuando se atienden en grupo que solo por un oncólogo; responden mejor al tratamiento cuando tienen asesoría nutricional, cuando tienen apoyo psicológico, cuando saben dónde recurrir respecto a temas socioeconómicos, cuentan con apoyo espiritual y existe un adecuado control sintomático y el uso de herramientas lúdicas como el yoga, musicoterapia, etcétera”, dio a conocer en los Congresos Nacionales de 2016 en Tijuana, y 2017 en Querétaro.
La docencia, un área fundamental en su vida profesional
El Dr. Homero Fuentes ha dado clases por 27 años. En la entrevista detalló que: “Desde el momento en que estudiaba medicina era muy crítico con los profesores que no tenían los elementos pedagógicos necesarios para hacer llegar la información. Además, creo que los seres humanos tenemos que regresarle a México, lo que nos da y ayudar a las personas que no tienen acceso a la educación”.
“Siempre les digo a mis alumnos: médicos medidores hay muchos, si van a rellenar las filas de la mediocridad, ¡retírense! Hay muchas maneras más interesantes de ganarse la vida. Esto se tiene que hacer con pasión. Así hago hincapié en la parte ética, de ser eficientes, honorables, considerados y ponerte en los zapatos del paciente; de esta manera contribuyo a que el futuro de la medicina sea mejor”.
Autor de más de 20 publicaciones
El Dr. Homero Fuentes explicó que lo que ha publicado son artículos en conjunto y algunos suyos. Pero tiene un libro que es particularmente importante para él: Más allá de la calidad de vida. Este lo publicó en 2007 y está preparando la versión 2023. Al respecto explicó: “En él hice un informe novelado de las experiencias en el trayecto de recorrer calidad de vida en 5 mil 26 entrevistas con mil 775 pacientes”.
“Hice una síntesis de la parte religiosa que influye en el pensamiento mágico de los mexicanos y de todas las actividades características de los santos oncológicos que ha habido, y luego hice un recorrido por los 32 estados de la república hablando de costumbres y formas de vida, haciendo énfasis en porque no podemos encasillar en una bolsa a todos los mexicanos; pero al mismo tiempo resaltado que no debe de haber clases y que merecemos los mismos derechos todo con un toque de humor para el público en general. Entonces se trata de una ‘crítica humorística’ de los defectos del sistema mexicano en el enfoque de la salud”, continuó.
Médico, músico y sumiller
Con respecto a sus aficiones, el Dr. Homero Fuentes relató: “Hago un poco de música y participé en la ópera de Tijuana, porque me gusta el canto y aprendí mucho de técnica vocal. Trato de aplicar esta parte a la salud con musicoterapia a los talleres que hacemos con los pacientes en ProOncavi A.C. También hago teatro de comedia e infantil. Y la otra parte de mis aficiones es la sumillería heredada de mis abuelos catalanes que eran vinicultores en pequeño muy cerca de Tarragona. Recuerdo con mucho cariño el trabajo del campo y las cenas de mi abuela con la leche bronca y las compotas que tenían, los panes y la nata”.
Recordó que en Cataluña, cuando cumples 12 años, estás autorizado para empezar a tomar vino. “Cuando viene mi abuelo a la ciudad, le dice a mi padre abstemio: ni se te ocurra que a Homero le heredaras tus pésimos gustos de no beber vino, así que lo vamos a dejar que pruebe y si le gusta tiene mi permiso”, agregó.
La costumbre de las personas de esa región es servir el vaso con vino, ponerle agua de sifón tipo mineral para diluir. Remojan pan y lo ponen sobre los labios para probar, y luego un trago. “Me gustó y tardé 2 meses en que le quitaran el agua mineral. Desde entonces empiezo a investigar el proceso de elaboración, pero nunca tuve el tiempo por las actividades dentro y fuera de la medicina”, narró.
Nos contó que cuando se jubiló del ISSSTE hizo un curso de sumiller y se graduó de Culinary Art School en 2017. Sigue en este camino porque lo invitaron a ser docente en la materia de vinos de Sudamérica y se especializa en vinos argentinos, chilenos, etcétera. También, el Dr. comentó: “También califiqué para ser sumiller internacional a través de un examen que haces con la UC de Londres. Además, enseño que el consumo moderado y razonable tiene beneficios para la salud como la reducción de riesgos de salud mental, cardiovasculares y de cáncer”.
El Dr. Homero agradeció vivir en una ciudad como Tijuana, pegada al Valle de Guadalupe, la región vinícola más importante de nuestro país. “¿Quién iba a decir que el destino me iba a traer a esta tierra que me brinda la oportunidad de desarrollarme como sumiller por su ubicación? A veces la vida te lleva por caminos que no esperabas, pero termina siendo por algo y para algo”, comentó.
Para finalizar, el Dr. Homero dijo: “A mis 62 años me siento pleno y feliz porque tengo la posibilidad de hacer todo lo que quiero”.
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