“Hay que vivir el día de hoy”…

Hematologia.mx.- El Sr. Juan Carlos Rico Guevara, tiene 63 años, actualmente está jubilado. Era contador de profesión, colaboró por muchos años en la Comisión Federal de Electricidad.

Juan Carlos, siempre fue un hombre muy sano, con frecuencia acudía a realizarse chequeos generales, recuerda que una ocasión le dio una fuerte diarrea por lo que asistió al gastroenterólogo, quien le dijo que necesitaba practicarse unos estudios, ya que estaba orinando proteínas, lo que generaba desgaste en el riñón y le sugirió visitar al nefrólogo, ahí fue donde comenzó lo que parecía ser una enfermedad renal.

“La nefróloga del IMSS me realizó varios análisis hasta que se descartó que estuviera enfermo de los riñones y en diciembre de 2012 me canalizó al área de hematología, con otras pruebas determinaron que  padecía Mieloma Múltiple. Yo nunca presente ningún síntoma alarmante, no me sentí mal, no vi nada fuera de lo que consideraba normal, aunque leí que dentro de los síntomas puede haber hemorragias de la nariz, muy esporádicamente llegue a tener sangrados de la nariz, pero nunca pensé que pudiera tratarse de Mieloma Múltiple”. 

Juan Carlos, siempre llevó  una vida sana y con una dieta balanceada, reducida en grasa y azucares, por lo que dijo que no tuvo que cambiar casi en nada su estilo de vida al enterarse que padecía una enfermedad hematológica, la cual afecta frecuentemente a personas mayores de 50 años.

“Después del trasplante de médula ósea si tuve que hacer algunas modificaciones, por ahora no debo consumir ensaladas por las bacterias que pudiera haber en las verduras, tengo que lavar y desinfectar perfectamente frutas y verduras, inclusive los plátanos, no puedo consumir nada crudo, solo tomo bebidas pasteurizadas, tengo que estar pendiente y alejado de todo aquello que pudiera ser un foco de infección, evitar enfermarme de gripa, así como el contacto con niños en edad escolar, por lo que no puedo abrazar ni besar a mis nietos, sí los veo pero ellos están del otro lado de la mesa”.

Esta situación será temporal mientras pasa el proceso de la aceptación del trasplante de médula ósea que le realizaron a principios de este año y que se obtuvo de él mismo, fue autólogo. 

“Lo que pasa es que con el trasplante me borraron todo el historial de vacunas y no tengo muchas defesas, por ahora no me pueden vacunar hasta que genera más anticuerpos, hasta que se recupere mi sistema inmunológico”.

Relata que lo más difícil para él, durante este proceso, fue comunicárselo a sus hijos, quienes ya son adultos y cada uno tiene su propia familia.

“Lo primero que hice fue informarles sobre mi situación médica para que supieran dónde me puedo atender, ellos siempre están pendiente de mi aunque viven fuera de la Ciudad de México, mi hija vive en Querétaro y mi hijo en Zacatecas”

Juan Carlos, además de sus dos hijos y sus nietos, tiene a su pareja, quien lo ha apoyada desde que se enteró que padecía Mieloma Múltiple. En esta y en todas las enfermedades la ayuda de la familia y de los seres queridos siempre es necesaria para que el paciente se siente fuerte y con ganas de hacerle frente a la enfermedad.

“Mi pareja fue quien me brindó todo su apoyo, principalmente emocional me dijo: -No aceptes la enfermedad ¡échale ganas!-, los primeros dos meses, después del diagnóstico, fueron muy difíciles pero al pasar ese tiempo comencé a llevar mi vida con normalidad, con los cuidados recomendados por el médico”.

Aun a pesar de su enfermedad, Juan, es muy fuerte y con mucho entusiasmo por la vida, amoroso de su familia y sobre todo dispuesto a no dejarse vencer por el Mieloma Múltiple, que gracias a los avances médicos y científicos, actualmente es una enfermedad que puede controlarse y le permite al enfermo llevar una vida de calidad como la de este hombre que nos compartió su experiencia.

“Cuando el doctor me dio de alta me dijo: -gracias a su fortaleza física, y no se refería a la musculatura sino a la emocional principalmente, mental, pensamientos positivos y mucha fe, el trasplante fue en línea recta y de bajada-. 

Antes del procedimiento practicaba un poco de yoga, al instructor le dio  miedo, ya que podía lastimar mis huesos con las posiciones, hasta la fecha, gracias a Dios, están bastante fuertes, entonces me recomendó que hiciera respiraciones profundas, como los bebés.

Yo les puedo sugerir que tengan muchísima fe, los tiempos de Dios son perfectos, estamos en este plano para algo, así como tener pensamientos positivos, no podemos hacer nada para corregir el pasado y el futuro es incierto, hay que vivir el día de hoy”.


Acerca Redacción

Equipo de redacción de la red de Mundodehoy.com, LaSalud.mx y Oncologia.mx

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