¿Qué es el esófago de Barrett?

Oncologia.mx.- El esófago de Barrett se trata de una displasia de bajo grado, que presenta un cambio en el color y en la composición de las células que revisten la porción inferior del esófago. El tejido esofágico normal es pálido y lustroso, mientras que el esófago de Barrett muestra un tejido rojo y aterciopelado. Cuando se descubre esófago de Barrett, hay que obtener muestras (biopsias) para determinar el grado de los cambios tisulares.

El Dr. Kenneth Wang, de Gastroenterología y Hepatología de Mayo Clinic en Rochester, Minnesota, comenta que: “El esófago de Barrett normalmente recae dentro de tres categorías: cuando la afección está presente, pero al examinar las muestras tisulares no se encuentran cambios precancerosos en las células, la clasificación es de displasia. Cuando las células muestran pequeñas señales de cambios precancerosos, la clasificación es de displasia de bajo grado. Cuando las células muestran muchos cambios, la clasificación es de displasia de alto grado”.

Con el objetivo de clasificar con exactitud el esófago de Barrett, es preciso examinar gran cantidad de muestras tisulares, porque eso garantiza que no se pasen por alto cortes de tejido que podrían mostrar displasia de alto grado. A medida que más extensión del tejido esofágico esté afectada, resulta importante obtener la cantidad adecuada de muestras. Además, el médico que realiza el procedimiento debe examinar muy atentamente cualquier protuberancia o bulto en el esófago que volvería preocupante el hallazgo de displasia de bajo grado. 

Para un tratamiento oportuno, resulta importante consultar con el gastroenterólogo cómo se realizó el diagnóstico. Además, resulta necesario confirmar que las biopsias hayan sido interpretadas por dos patólogos, porque la displasia de bajo grado suele ser difícil de diagnosticar. Si deseas, también puedes solicitar que otro patólogo revise las muestras tisulares con el objetivo de garantizar que el diagnóstico sea correcto. Por otro lado, puedes consultar con un experto en esófago de Barrett para revisar a detalle la situación.

El Dr. Wang señala que “Si se confirma el diagnóstico de displasia de bajo grado, es posible que se requiera algún control para seguir el curso de la afección con el tiempo. Si la afección progresa a displasia de alto grado, se recomendaría tratamiento, el mismo que puede incluir una cirugía para extirpar el tejido afectado, aunque no es necesario”. 

Con anterioridad, las investigaciones parecían mostrar que el riesgo de que la displasia de bajo grado progresará a cáncer de esófago era de alrededor del 5%; pero un estudio muy reciente reveló que el riesgo es mayor, aproximadamente del 20%. Esos resultados todavía no se han confirmado, por lo que es difícil saber el verdadero riesgo. En contraposición con el riesgo de avanzar hacia cáncer, en algunas personas con displasia de bajo grado parece que la afección desaparece sin ningún tipo de tratamiento.

“Con el objetivo de ayudarte a tomar decisiones sobre el tratamiento, puedes considerar la realización de pruebas genéticas. Los últimos análisis para examinar anomalías genéticas podrían ser valiosos para determinar si la afección corre riesgo de avanzar hacia cáncer. Además, valdría la pena platicar con el gastroenterólogo respecto a las posibles terapias que pueden aplicarse por ahora, con la finalidad de reducir la probabilidad de que la enfermedad avance hacia una displasia de alto grado o a cáncer de esófago”, concluyó el Dr. Wang.


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Equipo de redacción de la red de Mundodehoy.com, LaSalud.mx y Oncologia.mx

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