Por *Dra. Cynthia Villarreal Garza, **Dra. Alejandra Martínez Cannon
*Centro de Cáncer de Mama – Tec Salud, **Instituto Nacional de Cancerología
CancerDeMama.mx.- Actualmente, el cáncer de mama es el más común en mujeres. En México representa un importante problema de salud pública, ya que a partir del 2006, este carcinoma se ubica como la primera causa de mortalidad por tumores malignos entre las mujeres mexicanas y es la segunda causa de muerte en el grupo de edad de 30 a 54 años. Mientras muchos factores fuera de nuestro control contribuyen al riesgo de padecer cáncer de mama, como son la edad, la historia familiar y algunos de nuestras ya definidas características reproductivas (edad de primera y última menstruación), existen otros factores de riesgo modificables que al corregirlos pueden disminuir el riesgo de cáncer de mama, como es el control de la obesidad.
Aunque antes eran considerados problemas sólo para países desarrollados, ahora el sobrepeso y la obesidad se encuentran en ascenso en todo el mundo, especialmente en áreas urbanas. En el año 2000, por primera vez en la historia de la humanidad, el número de adultos mundialmente con sobrepeso era mayor que el número de adultos que tenían peso por debajo de lo normal. De acuerdo a la Organización para la Alimentación y la Agricultura de las Naciones Unidas, desde el 2013, México se posiciona como el país con mayor tasa de obesidad que alcanza 32.8%, incluso por arriba de Estados Unidos con un 31.8%.
La relación entre sobrepeso-obesidad y cáncer de mama se ha demostrado en múltiples estudios. Las mujeres post-menopáusicas con sobrepeso u obesidad tienen un riesgo 30-60% mayor de padeceresta enfermedad que aquéllas que tienen un peso normal.
El riesgo aumentado de cáncer de mama para mujeres con sobrepeso u obesidad se debe en parte a los niveles más altos de estrógenos, ya que el tejido graso es la fuente más grande de estrógeno en las mujeres post-menopáusicas. También los niveles altos de insulina, que frecuentemente tienen las mujeres con obesidad, se asocian a mayor riesgo de cáncer de mama.
Además, no sólo el sobrepeso-obesidad se asocia a un riesgo incrementado de padecer cáncer de mama a lo largo de la vida de una mujer, sino también, en aquellas que ya han padecido cáncer de mama existe evidencia creciente que demuestra que las mujeres con sobrepeso y obesidad tienen un riesgo incrementado de recurrencia y muerte por cáncer comparado con otras pacientes de cáncer de mama con peso ideal al diagnóstico. Otros datos sugieren que las mujeres que ganan peso después del diagnóstico de cáncer de mama tienen un riesgo incrementado de pobre desenlace.
Las buenas noticias para las mujeres con sobrepeso u obesidad es que la pérdida de peso puede disminuir el riesgo de cáncer de mama, así como la probabilidad de recurrencia en pacientes sobrevivientes. Algunos datos han demostrado que las mujeres que pierden de 2 a 5 kilos después de la menopausia tienen un riesgo 20% menor de padecer cáncer de mama que aquellas que no pierden peso. Las pacientes sobrevivientes de cáncer de mama que realizan ejercicio de forma regular y modifican su dieta teniendo como resultado una reducción de su peso, tienen un riesgo menor de presentar recurrencia del cáncer comparado a pacientes que persisten con sobrepeso-obesidad.
Además, evitar el aumento de peso no sólo protege contra el cáncer de mama, sino también tiene muchos otros beneficios saludables. Comparado con las mujeres con sobrepeso u obesidad, una mujer con un peso saludable tiene menor riesgo de desarrollar cáncer de páncreas, endometrio, ovario, riñón y otros tipos de cáncer. También son menos propensas a padecer otros problemas de salud, incluyendo: enfermedades del corazón, infartos cerebrales, diabetes tipo 2, hipertensión, enfermedades del hígado y la vesícula, apnea del sueño y otros problemas para respirar.
La American Cancer Society’s Guidelines on Nutrition and Physical Activity for Cancer Survivors (La Guía de Nutrición y Actividad Física para Sobrevivientes del Cáncer de la Sociedad Americana del Cáncer) recomienda que las sobrevivientes de cáncer de mama:
• Eviten la inactividad y regresen a sus actividades diarias tan pronto sea posible.
• Hacer ejercicio regularmente.
• Realizar al menos 150 minutos de ejercicio a la semana
• Hacer ejercicio de fuerza al menos dos veces por semana.
Por lo que el mensaje es claro: muchas mujeres preguntan cómo pueden disminuir su riesgo de cáncer de mama y una de las cosas más importantes es identificar el exceso de peso como un factor de riesgo modificable para cáncer de mama, es decir, a diferencia de otros factores de riesgo no modificables (como ser mujer y la edad), el peso es algo que una mujer puede cambiar para, potencialmente, disminuir su riesgo de padecer cáncer de mama y otros problemas de salud. Por tanto, una dieta sana y ejercicio moderado deben ser parte de un estilo de vida saludable de todas las mujeres.
Foto: Dra. Alejandra Martínez Cannon, coautora del texto.
Foto:Dra. Cynthia Villareal Garza
La Dra. Cynthia Villarreal Garza, fue seleccionada en 2014 por el comité científico de Fundación AVON para la Mujer y el programa de mentores para participar en la segunda generación del “Breast Cancer Global Scholars Program” (Programa Académico Global de Cáncer de Mama). Cabe mencionar que se eligieron a 23 médicos de 14 países para cursar un entrenamiento especializado e intensivo sobre temas selectos relacionados al cáncer de mama en 12 centros líderes en Estados Unidos. La Dra. Villarreal realizó este curso intensivo en el Massachusetts General Hospital y en el Dana Faber Cancer Institute, en la ciudad de Boston, bajo la tutoría del Dr. Paul Goss y la Dra. Ann Partridge.