Mundodehoy.com.- El Centro de Ciencias Aplicadas y Desarrollo Tecnológico (CCADET) de la UNAM, desarrolla de manera conjunta con el Hospital General de México de la Secretaría de Salud, implantes craneales que son colocados en las zonas afectadas, con el fin de proteger el cerebro dentro del cráneo incompleto o dañado.
Los trabajos con la Unidad de Prótesis Craneomaxilofaciales del Servicio de Oncología de esa institución y las tecnologías del MADiT, han conservando el material PMMA, logrando realizar un caso clínico en 15 horas, en 2012.
El doctor en ingeniería mecánica Leopoldo Ruíz Huerta, la doctora Yara Cecilia Almanza Arjona, Alberto Caballero Ruiz, junto con el ingeniero Homero Alberto Castro, diseñaron los moldes respectivos en el laboratorio Nacional de Manufactura Aditiva, Digitalización 3D y Tomografías computarizadas (MADiT) de la universidad, han realizado implantes en tres pacientes con lesiones.
La información es difundida a través de la UNAM, donde señalan que los implantes son diseñados y asistidos por computadora, a partir de la información tomográfica de la lesión del paciente y, posteriormente, con procesos de manufactura aditiva, más conocida como impresión 3D; entonces se realiza la construcción de moldes, que son empaquetados con polimetilmetacrilato (PMMA, por sus siglas en inglés), un termoplástico transparente ampliamente utilizado en el área dental.
Actualmente, Ruiz Huerta y sus colaboradores se enfrentan al desafío de desarrollar aplicadores para braquiterapia ocular, sin que las radiaciones lleguen al cerebro. “Es un reto, pero colocar un aplicador con protección detrás del ojo permitiría el tratamiento sin afectar el cerebro”, concluyó.
La tecnología de manufactura aditiva llamada Modelado por Deposición Fundida, donde la pieza se diseña y visualiza en la computadora, luego se traza la geometría del molde del implante y una máquina rellena el contorno con varias capas de la resina hasta lograr el volumen, la densidad y las curvaturas particulares.
“El equipo, de precisión sorprendente, emplea un programa que delimita el área de la pieza y forma el molde para el implante capa por capa, hasta lograr el volumen deseado”.
Uno de los retos superados ha sido minimizar y eliminar la formación de pequeñas burbujas de aire dentro del implante resultante, que en caso de existir favorecen procesos infecciosos. Se han logrado piezas homogéneas, transparentes y sin burbujas que se colocan en la zona afectada, con lo que se minimiza el uso de tornillos, costuras o pegamentos acrílicos para ajustar el implante al cráneo.
Desde los años 80, en el Hospital General se construyen con técnicas que iniciaron de manera casi artesanal y que empleaban cera y yeso para hacer el molde que luego se fabricaba del mismo PMMA.
Con el proceso que se utilizaba en el Hospital General el resultado podía demorar hasta varias semanas.
Aunque el PMMA y el titanio ofrecen propiedades mecánicas diferentes, el primero resulta muy útil y económico, lo que hace factible que más mexicanos tengamos acceso a esta alternativa. Además, al ser un material de baja densidad, permite el paso de rayos X, algo importante en estudios de tomografía, muy frecuentes para el seguimiento de pacientes con cáncer.
Emir Olivares