El próximo 15 de febrero México conmemorará el Día Internacional del Cáncer Infantil, marco propicio para crear conciencia en un padecimiento que representa un problema de salud pública ya que es la segunda causa de muerte en niños de uno a 14 años. Evocación que refuerza la vinculación y coordinación de todos los actores involucrados en la atención del menor con cáncer, creando conciencia y alianzas estratégicas, renovando el compromiso del Gobierno Federal, el sector Social y Privado.
Para tener una idea de la magnitud del problema, cabe señalar que anualmente son diagnosticados 175,000 niños con cáncer[1] a nivel mundial. De los cuales en México se presentan siete mil nuevos casos, sin embargo, el 70% de los pequeños pacientes que lo padecen tiene la oportunidad de curarse si se les detecta a tiempo y reciben un tratamiento adecuado.
“Casi siempre la palabra cáncer se asocia a muerte, y la realidad es que los niños con un tratamiento oportuno tienen por lo menos la esperanza de curación. En 10 niños, siete pueden esperar una supervivencia prolongada”, comentó la jefa de Oncología del Hospital Infantil de México “Federico Gómez”, Aurora Medina Sansón.
Hoy en día gracias al desarrollo continuo de la tecnología, como herramienta de trabajo en el área de la salud, se tienen métodos de diagnóstico no invasivos como la tomografía, resonancia magnética, y la medicina nuclear, que mejora la oportunidad, la precisión y el acceso a tratamientos adecuados.
Es importante señalar que un factor determinante para mejorar la situación de los infantes, es tanto el apoyo de los padres de familia, como de los médicos en general, ya que una actitud de compromiso por parte del personal que labora en los hospitales hacia los pequeños pacientes, puede crear una atmosfera de confianza, honestidad y cercanía que favorece la salud de los menores.
Los niños de preescolar y primaria, entre los 4 y 10 años de edad, son los más afectados por la enfermedad, siendo los tumores más frecuentes las leucemias, los linfomas y los tumores del Sistema Nervioso Central (SNC).
Dentro de las leucemias el diagnóstico más frecuente es la leucemia linfoblástica aguda, le sigue la leucemia mieloide aguda, y la leucemia granulocítica. En linfomas, el más frecuente es el linfoma Hodgkin, dejando en segundo lugar el linfoma No Hodgkin. En los tumores de SNC el más frecuente es el astrocitoma, el meduloblastoma, el glioma, el ependimoma, y el tumor neuroectodérmico primitivo. De los sarcomas de partes blandas el más frecuente es el rabdomiosarcoma.
Las causas por las que los niños desarrollan Cáncer no están claramente definidas, pero sí se sabe que tiene un proceso multifactorial que contempla cuestiones ambientales, aspectos propios del individuo, procesos infecciosos o un factor constitucional que lo predispone.
Los dolores no justificados así como la palidez, la pérdida de peso sin causa aparente, la fiebre, la falta de apetito, el cansancio, el mal estado general, la falta de alegría y el desinterés por el juego, constituyen una señal de alarma. Si el niño tiene alguno de estos signos o síntomas se recomienda acudir inmediatamente a la unidad de salud más cercana para que sea valorado y se envíe con un especialista. Es por ello que la mejor prevención es la detención oportuna de la enfermedad.
Hay que tener presente que el tratamiento oncológico (quimioterapia, radioterapia, cirugía u otros), no sólo se basa en el aspecto médico, ya que la psicología, la docencia y las actividades recreativas permiten otorgar un servicio integral al niño y a la familia que luchan contra el cáncer.
La Secretaría de Salud, a través de la Dirección de Prevención y Tratamiento del Cáncer en la Infancia y la Adolescencia, es responsable de dirigir las acciones para la prevención y el tratamiento del cáncer en los menores de 18 años a nivel nacional. Ya que en México, el impacto social y económico que provoca actualmente la enfermedad en niños y adolescentes representa que, del 65% al 90% de las familias sin seguridad social, no cuenten con recursos económicos para la atención de infante y tengan que enfrentarse a gastos catastróficos (gastos excesivos por razones de salud que exponen a los hogares a la pérdida de sus ahorros, al endeudamiento, al sacrificio del consumo de otros bienes básicos, como la educación, la vivienda, o incluso a la pérdida del patrimonio familiar) o al abandono del tratamiento por falta de recursos.
Por lo tanto, es necesario que al Cáncer Infantil se le enfrente con esfuerzo conjunto entre el Gobierno y Sociedad, a efecto de instrumentar las acciones necesarias para garantizar el diagnóstico oportuno y la atención integral de los infantes que padecen carcinoma, con el fin de reducir sustancialmente el número de muertes por esta causa.