Esto afirmaron los expertos reunidos en la 31 edición del Congreso de la Sociedad Europea de Radioterapia y Oncología Estro y en el quinto Congreso Mundial de Braquiterapia (WCB), que se celebró Barcelona.
En declaraciones a Europa Press, el doctor de radioterapia del Instituto Catalán de Oncología (ICO), Ferran Gedea, ha señalado que la mejora de la braquiterapia –un tratamiento que utiliza radiaciones ionizantes diminutas que se insertan muy cerca del tumor o directamente en contacto con el mismo–, aporta mejores resultados en los efectos secundarios del tratamiento del cáncer de próstata.
Gedea ha indicado que un estudio realizado en una decena de hospitales españoles demuestra que así sucede en el caso de la incontinencia urinaria y en la disfunción eréctil, los efectos secundarios más comunes en el tratamiento de este tipo de cáncer.
“Hoy en día los pacientes quieren curarse, pero no a cualquier precio, sino con mínimos efectos secundarios”, ha señalado, para lo que la braquiterapia se rebela eficaz siempre que el tumor sea pequeño, esté muy bien localizado y sea posible llegar a él.
La mejora en el diagnóstico por la imagen ha permitido mejorar esta técnica, que lleva 50 años de evolución, y que consiste exactamente en la inserción de “semillas” de metal de entre uno y tres milímetros que emiten radiaciones que destruyen la progresión del cáncer.