A pesar de que México ha destacado por las acciones emprendidas para la atención a mujeres con cáncer de mama, aún falta adoptar políticas públicas para demostrar que este padecimiento es una prioridad en la agenda nacional.
Así lo señala el reporte Disparidades al descubierto: un estudio comparado sobre políticas de cáncer de mama en América Latina, realizado por investigadores del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), a solicitud de la Asociación Mexicana contra el Cáncer de Mama A.C. (Cim*ab).
Durante la presentación del estudio, el doctor Alejandro Mohar Betancourt, director general del Instituto Nacional de Cancerología (Incan), afirmó que México carece de un registro poblacional que permita establecer la verdadera incidencia de nuevos casos de cáncer.
Sin embargo, aclaró que con base en el registro nacional de defunciones hay cerca de cinco mil 250 muertes al año por cáncer de mama; lo cual implica que una mujer fallece cada dos horas por esta neoplasia en México.
Asimismo, mencionó que el patrón de crecimiento se ha vuelto epidémico, sobre todo en los grupos de mujeres que se encuentran en la quinta década de la vida.
Por otro lado, el también miembro del Sistema Nacional de Investigadores refirió que es importante iniciar campañas de educación, prevención, autoexploración y exploración clínica desde edades tempranas para detectar nódulos, y con ello reducir la incidencia de casos en etapa clínica avanzada.
No obstante, reconoció que aunque la realización de la mastografía cada dos años es una medida precautoria indispensable, el Sistema Nacional de Salud no cuenta con los medios necesarios para practicársela al total de la población femenina mexicana.
En tanto, y con base en el estudio, Bertha Aguilar de García, presidenta de la organización no gubernamental, comentó que México se ha distinguido en América Latina por su legislación y el pago de servicios a través del Fondo de Protección contra Gastos Catastróficos del Seguro Popular; sin embargo, es indispensable articular al Sistema Nacional de Salud para el control de la neoplasia.
De igual manera urgió a estandarizar los servicios oncológicos en toda la República, de tal manera que la ubicación de la vivienda no sea un factor determinante en la sobrevida de la paciente.
Ello sin contar la importancia de incrementar el financiamiento de equipo médico, pago de salarios y todo lo necesario para las unidades médicas de atención a pacientes con cáncer de mama.
En esa tónica, llamó a las autoridades a reducir los tiempos de espera, pues en ocasiones implica que las pacientes aguarden meses entre el diagnóstico y el tratamiento, en los que deben sortear los diferentes niveles del Sistema Nacional de Salud.
Cabe señalar, con base en los datos del estudio, que México, al igual que Venezuela y Argentina, posee un sistema de salud segmentado, ya que diferentes instituciones cubren a diversos sectores de la población.
En este ámbito, el país también carece de una institución especializada en el diseño, formulación y ejecución de políticas públicas en materia de cáncer de mama; en vez de ello posee un instituto que brinda atención a pacientes.
Esta situación contrasta con la de Brasil, donde un solo instituto de cáncer realiza las políticas referentes al combate de la neoplasia, además de atender a quienes padecen esta enfermedad.
Realizado en México, Brasil, Argentina, Colombia y Venezuela, esta investigación cualitativa y cuantitativa pretende mostrar el estado de control del cáncer de mama en estos países de la región; razón por la cual se hace hincapié en las carencias y aciertos de cada nación.