- Estadísticas citan que un paciente con cáncer linfático tarda, a partir del primer síntoma, hasta 1 año en contar con un diagnóstico asertivo.
- El cáncer linfático es curable, sin embargo, si no se atiende a tiempo puede tener consecuencias fatales.
Por más de tres décadas, la comunidad médica se ha ocupado de la investigación en torno al Cáncer Linfático ya que, contrario a otros tipos de cáncer, su incidencia registra hoy un aumento en proporciones epidémicas a nivel mundial y tan sólo en nuestro país hasta 14,900 casos nuevos al año. Afortunadamente y gracias a dicha labor científica, los pacientes diagnosticados oportunamente cuentan con un alentador panorama de recuperación e incluso cura.
El 90% de los casos diagnosticados con Cáncer Linfático corresponden al subgrupo de Linfomas No Hodgkin, presente en su mayoría en etapas productivas —40 a 60 años— y que constituye en nuestro país el tercer cáncer más común en el género masculino y el quinto en el género femenino. Aún se desconoce su causa pero suele relacionarse con factores de riesgo como agentes infecciosos, síndromes de inmunodeficiencia adquirida, así como factores ambientales y genéticos.
En conferencia de prensa el Dr. Eduardo Reynoso, Jefe del Departamento de Hematología del Hospital Español, advirtió que la detección oportuna de un cáncer linfático es de gran importancia para obtener los mejores resultados con el tratamiento. “Es por esto que se debe prestar especial atención a manifestaciones como la presencia de inflamación no dolorosa de los ganglios acompañada de fiebre inexplicable, cansancio, sudor nocturno excesivo y pérdida de peso, que fácilmente se pueden confundir con un cuadro infeccioso común.
“No existen estrategias de prevención, sin embargo, hoy en día contamos con Rituximab, un anticuerpo específicamente dirigido a inducir la destrucción de las células malignas y que brinda beneficios tangibles como la sensibilización al efecto tóxico de la quimioterapia, mayor posibilidad de curación y aumento en el período sin enfermedad, lo cual evitará la necesidad de volver a recibir terapias por recaída de la enfermedad y reducir de manera directa el gasto de atención al paciente como con la compra de antibióticos, analgésicos e incluso hospitalización”, aseguró el Dr. Reynoso.
Finalmente, el hematólogo dijo que a partir de 2011, el padecimiento se incluyó dentro de la lista de servicios que ofrece el Seguro Popular y con esto, todos los pacientes tendrán acceso a la mejor atención en cualquier Institución de Salud tanto pública como privada.